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Justicia 11J es un grupo de trabajo dedicado principalmente a verificar, actualizar y divulgar información relacionada con protestas públicas en Cuba, desde el estallido social de julio de 2021, conocido como “el 11J”. 

 

Desarrollamos bases de datos sobre detenciones y procesos administrativos y penales asociados a ellas. 

 

Monitoreamos incidentes represivos o violatorios de derechos al interior de los centros de detención y reclusión del país. 

 

En diciembre de 2022, con la entrada en vigor del nuevo Código Penal, la coordinación del grupo comenzó a estar en el exilio, luego de que la Seguridad del Estado pusiera en práctica diversas formas de represión y hostigamiento, para impedir el trabajo en el terreno y la labor de ayuda humanitaria que se desarrolló con las familias de los manifestantes del 11J. 

 

En Justicia 11J creemos que la movilización de voces puede ayudar a cambiar el destino de las personas víctimas de la violencia del Estado. Por eso, complementamos actividades de incidencia de alto nivel con campañas en el espacio digital. ¡Ayúdanos a ayudar a los presos políticos!

Nuestro equipo: 

Coordinación general y dirección de proyectos: Camila Rodríguez

 

Asistencia general y documentación: Eilyn Lombard y Raúl Enrique Medina

 

Documentación: Leonardo M. Fernández Otaño, Mario Luis Reyes, Reynaldo Lastre, Salomé García, Solveig Font

 

Bases de datos: Cynthia de la Cantera 

 

Prensa: Darcy Borrero

 

*Respetamos la voluntad de anonimato de los colaboradores que se encuentran dentro y fuera de Cuba que, por razones de seguridad propia y de su familia en la isla, así lo han solicitado. A todos ellos, aunque sus nombres no figuren en esta página, les damos las gracias. 

Justicia 11J surgió como grupo colaborativo de mujeres dentro y fuera del país. Fue fundado por: Camila Rodríguez, Cynthia de la Cantera, Darcy Borrero, Eilyn Lombard, Ivette Leyva, Kirenia Yalit Núñez, María Matienzo y Salomé García. 

Agradecemos toda la ayuda brindada por manifestantes en excarcelación, familiares, activistas, periodistas y otros actores de la sociedad civil que han sido fuente primaria para la elaboración de nuestros registros, comunicados e informes. También, a las personas presas políticas que nos escriben cartas o mensajes, o nos llaman desde la prisión, conscientes de que luego sufrirán más represión. Sin sus denuncias, muchas veces cargadas de impotencia y dolor, nuestro trabajo sería imposible.

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